En 1799 nació en Reino Unido Maria Ann Sherwood, creadora de la famosa manzana Granny Smith, de color verde intenso, crujiente, ácida, jugosa, consistente y versátil es la preferida de muchos, pero antes de eso Maria Ann era una joven inglesa dedicada a la agricultura que con 19 años se casó con Thomas Smith, se trasladaron a Sidney en 1838 por petición del Gobierno inglés para poblar las colonias en una antigua Australia. Así fue como llegaron a la pequeña ciudad de Ryde, en Nueva Gales del Sur, un pueblito que gozaba de buenas tierras para el cultivo de frutas. Según cuentan los locatarios e historiadores surgió un arbolillo junto al arroyo cercano a su granja, de los restos de pieles y semillas de varias manzanas silvestres que les trajeron de Tasmania y que Maria Ann tiró sobre un montón de restos de cocina y manzanas europeas.  Fue allá por 1868 que Maria Ann vio aparecer unas manzanas verdes de gran tamaño, al cual le dio los cuidados necesarios. De ahí que empezó a vender su invención en su pueblo, lamentablemente dos años después Maria Ann Smith falleció. A pesar de eso, los horticultores locales continuaron con su cultivo. La historia oficial de la Ciudad de Ryde cuenta que en 1890, las semillas Smith se hicieron notar en el concurso nacional Castle Hill Agriculture and Horticultural Showen Australia, coronándose como las mejores manzanas para cocinar. En 1892 se extendieron por todo el país, y para 1895 el Departamento de Agricultura de Nueva Gales del Sur anunció que las manzanas estaban aptas para exportarse. Hasta el día de hoy su tradición se sigue preservando en el antiguo barrio de la familia Smith, en el que se celebra desde hace 25 años el Festival de Granny Smith en octubre. Actualmente es una variedad de manzana ampliamente apreciada por su larga vida útil, piel gruesa y pulpa jugosa y firme que facilita su envío y almacenamiento. Crece en climas templados, y como se mencionaba antes se caracteriza por su color verde, puntos blanquecinos, forma redondeada algo cónica, y su carne blanca, muy crujiente y jugosa, de sabor ácido y delicado aroma. Las manzanas Granny Smith se han convertido en un elemento básico de la repostería, preferidas para las tartas de manzana, porque le cuesta más oxidarse que a otras. En Australia se cosechan cada año unas 60.000 toneladas de Granny Smith, convirtiéndose en la variedad más popular detrás de la Pink Lady, y todo comenzó con un feliz accidente descubierto al otro lado del mundo.